martes, 29 de octubre de 2013

En el nombre de...

Hace tiempo he querido hablar acerca de este tema, y es que muchas veces damos por sentadas ciertas cosas que de manera tautológica se nos vienen repitiendo y muchas veces se nos quieren imponer como verdades, y una de estas cosas es el famoso 'caballito de batalla' de muchos ateos que dicen que las religiones deben desaparecer porque en nombre de ellas se ha matado gente, y con esto dan a entender que cuando se mata o comete algún crimen en el nombre de algo, pues eso es prueba de que ese 'algo' debe desaparecer.

Esto por supuesto es absurdo, no existe absolutamente ningún criterio o deducción lógica (y mucho menos dentro de una visión ateísta) por medio de la cual uno pueda decir que ese enunciado es verdadero o válido. Sin embargo muchos no estarán de acuerdo con esta conclusión, simplemente repetirán una vez más como dogma 'en nombre de las religiones se ha matado, entonces que desaparezcan', dichas personas que repiten una y otra vez de manera religiosa esta frase no serán persuadidas de la tontería que están diciendo, de hecho no pudieran ser persuadidas ni aunque se les mostrara que existe muchas otras cosas en nombre de las cuales también se ha hecho mucho daño a la humanidad, incluyendo el ateísmo mismo.

Por ejemplo, se ha matado en nombre del amor, de la justicia, de la libertad, de la democracia, de la patria, de los derecho humanos, de la igualdad, de la verdad, de la paz, etc, etc, etc., Sería ridículo decir que todas las cosas que hemos mencionado deberían desaparecer porque se han utilizado para oprimir a los pueblos. No, de ninguna manera es así, eso solo ha revelado la hipocresía del hombre y su corazón perverso, tratar de suprimir todo aquello que ha llevado al hombre a actuar mal, sería entrar en un régimen totalitario que me recuerda a la película Equilibrium , en donde a la humanidad se le han suprimido sus sentimientos y emociones mediante una droga porque estos habían sido la causa de las constantes guerras que el planeta había vivido.

Dicho mundo totalitario, mecánico y opresor es el que muchas personas quieren, ya anteriormente ha tratado de eliminarse la religión de muchos países, como la URSS, China, Corea del Norte, etc. Y el resultado ha sido aun más sangre de la que la religión ha derramado. Las ideas de Dawkins, Hitchens, Harris y compañia, no solo son peligrosas sino que llamativas, la gente entra en el juego peligroso del ataque, la provocación, la burla, etc Y caen en el ya recurrente engaño de afirmar que la religión debe desaparecer porque se ha matado en nombre de ella.

Como conclusión debo decir que en el nombre de la justicia, la democracia, la libertad, etc. Hemos estado viendo cómo jefes de estado comienzan y práctican políticas terroristas e invasoras, y muchas veces solo nos quejamos pero no hacemos nada significativo, sería realmente ridículo comenzar a cuestionar la paz, la justicia o la libertad en lugar de juzgar a las personas que evidentemente son las responsables de las atrocidades que se cometen en contra de naciones enteras, igualmente es ridículo quejarse de crímenes que se cometieron hace 1000 o 500 años como si fueran crímenes actuales, hasta que no aprendamos que la responsabilidad está en el propio hombre, seguiremos tratando de encontrar formulas mágicas para estas problemáticas sociales.


viernes, 4 de octubre de 2013

La Fragmentación de la Humanidad, Una Verdad Ignorada

No existe para mí en este momento ni un ápice de duda de que la humanidad se encuentra dividida desde casi cualquier punto que lo veamos, hace varios años hablaba de esto con un amigo poeta y filósofo, yo le comentaba a él que para mí eso era una realidad incómoda y él solamente me recalcaba que el punto estaba interesante. Pues bien en esta entrada compartiré parte de lo que he observado, vivido y analizado con respecto al tema, espero que esto les haga reflexionar un poco acerca de cual es la función que ustedes deberían tener en esta problemática.

No toda división es mala


Es importante aclarar que no toda división es mala, de hecho Jesús mismo vino a traer división (Mat. 10:34-35) y en la Biblia se nos ordena apartarnos de toda contaminación y esto incluye personas que representan el peligro de contaminarnos (2 Ts. 3:6), en muchas ocasiones separarnos de alguien se vuelve en una obligación, un derecho y un deber cuando se está en algún peligro o circunstancia desfavorable. En este artículo no nos enfocaremos en este tipo de división sino en aquel que es irracional, intolerante y que mantiene a la sociedad en discordia e ignorante de las problemáticas sociales que se sufren en el día a día

La humanidad está fragmentada


Una de las redes sociales más intolerantes y abusivas es Youtube, en Youtube encontramos pleitos, ofensas, discriminación, envidias, discursos de odio, fanatismo, mentira, difamación, violencia, etc. Y no solamente en temas de religión o de política  que es donde se supone que debería existir más desacuerdos en la raza humana, sino que encontramos pleitos por equipos de fútbol, por nacionalidad, por opiniones triviales, hasta por doblajes, es increíble que haya discursos de odio hasta por el doblaje de una serie animada, pero eso no es todo realmente uno puede entrar a cualquier video y es casi seguro que encontrará una discusión, realmente parece ser que el hombre discute literalmente por todo, tiene una habilidad innata para no ponerse de acuerdo con los demás.

Ahora, esto no quiere decir que el problema este en esa red social en particular, de hecho esto solo refleja el estado del hombre, con la llegada del internet y las redes sociales el hombre se ha desahogado y detrás de un ordenador y en la total comodidad y seguridad de su hogar ha comenzado a sacar toda esa rabia y esa amargura que no se atreve a hacerlo en persona en contra de los demás que no están de acuerdo con él, es increíble ver que por un equipo de fútbol que ni siquiera es de su país la gente pueda ser capaz de desearle cosas horrorosas a otro ser humano, o que por apoyar a un artista sea capaz de tener odio en contra de otros seres humanos, no hay limites para esta situación, dame un tema y te aseguro que encontraras más de un pleito en internet a causa de eso.

Asi que el hombre está dividido por política, por religión, por deporte, por género, por raza, por idioma, por arte, etc, en pocas palabras puedes conocer a un gran amigo con el que te lleves super bien, pero en algo estarán divididos, y esa división podría llegar más allá que un simple desacuerdo, esa división realmente podría ser un obstáculo para el desarrollo sano de una relación, y peor aun esa división podría ser algo sumamente importante y relevante para la persona a tal punto que podría ser causa de una separación definitiva.

Conclusión


En el cristianismo ha existido y existirá división, pero ¿está dividido el cuerpo de Cristo? 
Porque he sido informado acerca de vosotros,  hermanos míos,  por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir,  que cada uno de vosotros dice:  Yo soy de Pablo;  y yo de Apolos;  y yo de Cefas;  y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo?  ¿Fue crucificado Pablo por vosotros?  ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? (1 Corintios 1:11-13)
Es comprensible que el mundo esté dividido, el egoísmo que es consecuencia del pecado no deja que el hombre pueda tener una comunión sana con los demás, pero en Cristo las cosas no deben ser así, la verdadera unidad, la unidad que es dada por el Espíritu Santo, es más fuerte que cualquier división que el hombre quiera hacer, la solución a esta problemática está en el evangelio, el evangelio es capaz de traer victoria sobre nuestras vidas, reconciliarnos con Dios y aprender a convivir con nuestros hermanos, gloria a Dios por este santo evangelio que es capaz de darnos una nueva esperanza y un sentido en esta vida caótica. Aunque el mundo siga fragmentándose nosotros vamos cada vez a estar más unidos en aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz y siendo luz a aquellos que aun viven en tinieblas. Seamos luz y que el mundo vea en nosotros el ejemplo de solidaridad y unidad, pero sobretodo que vean al evangelio de Cristo en nosotros.