sábado, 15 de marzo de 2014

El Hombre y su Eterna Búsqueda de Placer

El trabajo, la familia, la salud, los bienes, etc. Parece ser que es parte de la vida de una persona normal, y de hecho ciertamente lo es,  ¿pero qué significa todo esto para un hombre del siglo 21?, ¿qué busca en todo esto el hombre del siglo 21?. Parece ser que esta respuesta es bastante compleja porque quizá cada quién tendrá objetivos y metas diferentes para su vida, pero la realidad es que la respuesta es más sencilla (y más vieja) de lo que se pueden imaginar, si ustedes preguntan en la calle a una determinada cantidad de personas por qué ellos quieren tener una familia, un trabajo o cualquier otro bien, las respuestas aunque podrán parecer diferentes , tendrán el mismo trasfondo, realización personal, lo que yo llamo de forma más sencilla 'placer'.

No es algo nuevo que el hombre siempre esté entusiasmado por las cosas que producen placer en él, con excepción de los masoquistas creo que todos buscamos placer de una u otra forma (Bueno... aún el masoquista busca su placer en el dolor), definitivamente deleitarse en el dolor no es una opción para una persona cuerda. Pero el problema es, ¿Hacia dónde está direccionada nuestra búsqueda de placer?, como Cristianos sabemos que Jesús dijo que el que en él cree no tendrá sed jamás (Juan 6.35), a lo que concluimos que somos satisfechos en él, pero ¿qué pasa si el hombre desea satisfacción pero no va a Cristo?.

Esta ha sido la historia de la humanidad, puedes buscar placer en algo, pero cuando lo obtengas buscarás otras cosas, realmente ¿alguien podrá conformarse con lo que tiene? o ¿es que el hombre sin Cristo está navegando en una búsqueda de placer eternamente?. Queremos ser alguien en la vida por medio de los estudios, lo alcanzamos y no es suficiente necesitamos un buen trabajo, alcanzamos un buen trabajo pero aun no es suficiente necesitamos familia, logramos formar una familia pero aun necesitamos más, queremos dinero y ostentación, también alcanzamos esto y ya no sabemos que más hay, pues entonces parece ser que el aburrimiento de una vida rutinaria te hará buscar placer en otra mujer; lo haces pero aun no es suficiente, te das a los vicios, al juego, a las drogas, a los tranquilizantes, etc Pero aun no estás satisfecho, empiezas a ver pornografía para calmar tu lujuria pero siempre quieres experimentar algo nuevo, y cuando te das cuenta estás deshecho y frustrado porque no sabes en donde encontrar placer.

La sed de placer del hombre no tiene fin, pensamos que al tener lo que deseamos seremos felices y podremos descansar, pero la realidad es que siempre estarás deseando más, y más y más hasta que te mueras porque no hay nada tan grande en este mundo que pueda satisfacerte totalmente, esa es la cruda realidad como C.S. Lewis dijo en una ocasión 'Si encuentro en mí un deseo que ninguna experiencia en este mundo puede satisfacer, la razón más probable es que fui hecho para otro mundo' . Seguirás teniendo sed hasta que decidas rendirte por completo a Dios, Cristo es el agua de vida, no hay otra cosa en este mundo que pueda llenarte como él lo hace ya que él vino para darte vida en abundancia, los placeres de este mundo solo son el reflejo de la mortandad en que vivimos, las perversiones son el resultado de no poder encontrar el placer tan anhelado por el hombre que recurre a acciones descabelladas debido al delirio de no tener una identidad en Dios.

Tú observa y analiza, las puertas están abiertas, el aviso se ha dado, por un lado tienes el camino sin fin de la búsqueda inútil de placer en esta vida, y por el otro lado tienes a aquel que prometió que nunca más tendrías hambre y sed. Busca a Dios mientras pueda ser hallado.