martes, 15 de abril de 2014

Acerca de la Generosidad en el Creyente

Es muy fácil confundir la generosidad producida por el corazón regenerado de un hijo de Dios, con una intención humana y pretenciosa de darle algo a alguien. En muchas ocasiones me ha tocado observar cómo mucha gente da de lo que le sobra, cuando Cristo reprochaba enérgicamente esta actitud. Pero no solo eso, me ha tocado observar cómo mucha gente da y quieren impresionarte diciéndote que te están dando algo caro y luego lo publican para llevarse los aplausos de la gente.

No hermanos, la generosidad en el creyente está marcada por un desprendimiento de aquellas cosas que aun estamos utilizando y que hasta cierto punto nos cuesta dejarlas. Esta generosidad no es jactanciosa, trata siempre de estar callada porque quiere exaltar a Cristo nada más. Por su puesto que esto no es algo fácil, porque de hecho hace falta comprender que todo lo que tenemos no nos pertenece, si el Señor en su misericordia nos ha permitido tener abundancia, no es para acomodarnos y 'vivir la vida', sino para que demostremos que las posesiones no son nuestro dios, para que aprendamos a despojarnos de todo y honrarlo a él proveyendo para las necesidades de los demás.

Sin duda el Señor mismo ha dado ejemplo de esto despojándose y humillándose hasta lo sumo para darnos un regalo imperecedero, cuanto más nosotros no tendremos que aprender a dejarlo todo por él y esto incluye renunciar a llamarnos dueños de nuestras cosas incluyendo nuestra vida, y ponerlo todo al servicio del Rey. Sin duda solo un corazón regenerado será capaz de oír el llamado de Cristo, obedecer y callar para que el único que se lleve el crédito sea el que lo merece, es decir, Cristo.