Estimados amigos y hermanos les deseo un feliz año nuevo y que cada día sus vidas estén encaminadas a la verdad por sobre cualquier otra cosa. Este año ha dado mucho de qué hablar, sin embargo creo que cada minuto de nuestras vidas tiene un significado profundo. En nuestros corazones se almacena sufrimiento, angustia, dolor, felicidad, confianza, esperanza y muchas otras cosas importantes, y todo esto debemos de meditarlo no solo un 31 de diciembre ni un 1 de Enero sino siempre y acordarnos de nuestro prójimo y vivir sus aflicciones como si fueran las nuestras. Yo no me he propuesto nada nuevo para este nuevo año sino el continuar conociendo las profundas necesidades espirituales de cada persona e identificarme con cada uno de ellos y es mi oración que ustedes como lectores puedan también tomar la decisión de ya no vivir para ustedes mismos sino de vivir para Cristo y para los demás, de ser luz en medio de esta oscuridad, de llevar esperanza a los cautivos y sanidad a los enfermos, de denunciar las injusticias, de luchar por la verdad pero por sobre todas las cosas de glorificar a Dios en todo.
2012 debe ser el año que se lleve toda nuestra indiferencia hacia las necesidades globales y todo nuestro egocentrismo, debe ser el año en que Cristo realmente gobierne nuestras vidas, el año en el cual nuestra conformidad a las cosas de este mundo desaparezca. Este debe ser el tiempo en el cual regresemos a la palabra de Dios, retomemos nuestra identidad y nuestra santidad, marquemos la diferencia como hijos de Dios y vivamos la vida como Dios manda.
Saludos desde Enghien, Bélgica. Eduardo.
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