El motivo de mi llegada era simplemente ayudar en el ministerio de alabanza de una iglesia local mitad europea y mitad latina, en dicha iglesia había estado unos años atrás y había identificado una falta de doctrina lo cual es indispensable en la liturgia cristiana, sin embargo yo decidí aceptar esta invitación de formar parte en el grupo porque tenia el deseo de ayudar musical y doctrinalmente.
Estaba bastante interesado en aportar un poco de mi experiencia musical y teológica.
Y así fue durante los primeros meses que estuve trabajando con ellos comencé a dar enseñanzas acerca de lo que es música, alabanza y adoración.
Pero en la medida me involucraba más en la iglesia me daba cuenta que la necesidad de conocimiento doctrinal era muy pero muy fuerte, lo que me llevo a una preocupación intensa debido a que no solamente se trataba de un desconocimiento general sino que también esto conllevaba una descontextualización de las escrituras.
Para cuando me di cuenta de las connotaciones heréticas que se desarrollaban dentro de ese lugar estaba ya bastante involucrado como líder del grupo de alabanza.
Mi error garrafal fue haber aceptado el cargo sin haber estudiado bien como era esta propuesta quizá por mi ingenuidad de pensamiento pues en un principio yo creí que era posible ayudar y aportar algo para la edificación en ese grupo de alabanza e inclusive en la iglesia y ayudar en la solución de esos múltiples problemas resultado de la mala doctrina practicada en ese lugar.
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